Sinergista de gente
Les compartiré algunas frases que escucho y con las cuales desarrollo diálogos intencionados para “sinergizar” gente.
“No sé que hacer con mi vida.” “Esto no me llena.”
Digo, cuando la persona logra decirme una de estas frases, hay mucho camino recorrido. A veces, llegan por otra razón y eso es lo que descubrimos. Paso seguido, continuar o comenzar a caminar de la mano para descubrir su pasión, talento, propósito y potencial, con el fin de colaborarle a vincularse con cada uno.
“Yo se lo dije.”
Muchas personas me han expresado la frase anterior. “Sinergizar” gente incluye profundizar en: Qué dijo, cómo lo dijo, cuándo lo dijo y dónde lo dijo, entre otras. Luego, conocer más de la otra persona, desde la perspectiva de quien tengo de frente, comprender la historia entre ambas partes. La conclusión en la gran mayoría de los casos en los que “se lo dijeron” es: La comunicación no fue asertiva.
“No se lo he dicho.”
Hay muchas otras personas que me han contestado esto, sus razones incluyen:
– “No me atrevo”
– “No he tenido la oportunidad”
– “No resultará en nada”
– “No sé cómo decirlo”
– “Es mejor evitar problemas”
Esta conversación se torna muy interesante, porque es el nacimiento de la asertividad, comenzando la persona consigo misma: ¿Qué hay que decir? ¿Qué impacto tiene decirlo? ¿Cómo me siento con esos impactos? ¿Qué impacto tiene no decirlo? ¿Por qué no lo he dicho? ¿Cómo lo digo? Estas y muchas otras preguntas forman parte de este diálogo, cuyo resultado general es un descubrimiento propio, que abre los ojos de la persona a muchas explicaciones y posibilidades.
“No quiero saber de fulano.” “Fulana y fulana no pueden trabajar juntas.”
Ay, ay, ay… ¡Qué mucho hay de estos casos! Para mí… demasiados. Soy de las que pienso que la vida es suficientemente complicada en sí misma, como para tener distanciamiento de las personas con las que se trabaja diariamente. Estos distanciamientos y relaciones lesionadas en los escenarios de trabajo, suelen comenzar con una diferencia sencilla o una mal interpretación. Adquieren una fuerza increíble que puede provocar un ambiente difícil para todas las partes involucradas. Es posible descubrir y lograr tanto, cuando se puede facilitar un diálogo constructivo.
“Necesito ____”
Esta es una frase que puede darse como pedido formal o en una conversación casual. Mi cerebro, que ya sabemos tiene vida propia, comienza a identificar quién y cómo puede ayudarles y cómo llegarle a esa persona.
Me apasiona ser sinergista de gente en cada uno de los casos anteriores y otros similares.
Dra. Joyce, sinergista de gente