Mis Top 10 para mi bienestar: Parte I
Como has visto en mis redes, mi bienestar siempre fue importante para mí, pero no era lo primero. Desde que decidí ponerlo primero, he sido más consistente en mis acciones a favor de mi bienestar. Los resultados que he visto en mi salud han sido maravillosos. Sorprendentemente, mientras más tiempo dedico a mi bienestar, más puedo producir.
Te comparto los primeros cinco de mis Top 10, para el 2023 y lo que va del 2024, con algunos de los resultados que he tenido – ojalá alguna te funcione:
1. Realizar tres a cuatro retiros al año.
Les llamo retiro porque me aparto del dia día. Durante estos retiros medito, camino, como rico, leo, aprendo algo nuevo, escribo ideas que me lleguen, entre otras cosas. El acceso al celular es en horarios específicos, hasta lo he puesto en modo avión. También puedes utilizar las funcionalidades que traen los teléfonos inteligentes para lograr esa desconexión. Estos retiros pueden ser dentro o fuera del país y de un mínimo de dos días. Resultados: Energías recargadas. Cerebro liberado y listo para crear. Nuevas perspectivas. Nuevas conexiones, tanto neuronales, como de personas. Nuevos hábitos saludables.
2. Ejercitarme de formas diversas.
Hace unos años una de mis amigas de escuela en Morovis me habló de Heather Robertson. ¡Me encanta! Porque combina rutinas de yoga, pilates, pesas, cardio, entre otras. Lo mismo trabajo cardio, flexibilidad, fuerza y balance. Tiene rutinas con distintas metodologías y con distintas duraciones. Esto no reemplaza mis caminatas al aire libre, preferiblemente en áreas con mucha naturaleza. Resultados: Mayor balance y equilibrio. Fortaleza de músculos y de la columna vertebral. Menos dolores en coyunturas y músculos.
3. Hacer una rutina de estiramiento antes de salir de la cama,
sigo la del Dr. Marcos López, quiropráctico boricua. Te invito a buscar su canal y el vídeo sobre Rutina de ejercicios al despertar, y hacerlo todos los días antes de levantarte. Resultados: Me ayudan a despertar. Mi flexibilidad ha aumentado, particularmente la de la columna vertebral y del área donde se unen los glúteos con los muslos.
4. Calendarizar encuentros más frecuentes con mis personas queridas.
Siempre he sido de las que convoca los encuentros entre grupos de amistades, pero me llegó a pasar que pasaba demasiado tiempo para compartir con algunas de estas personas. Solo nos encontrábamos en fechas especiales… y cuidado si tampoco. Claro que mantenía comunicación por mensajería de texto, pero no es lo mismo. Admito que el COVID-19 fue una bofetada, como dice el refrán: “No se sabe lo que tienes hasta que lo pierdes.” Luego del COVID-19, comencé a procurar más esas conexiones significativas y gestionar esos encuentros de manera más frecuente. Es que subestimamos el fuerte componente de estas relaciones para nuestro bienestar.
5. Aceptar la muerte y dejar ir.
Desde niña he perdido personas queridas, así que eso me permitió tener conciencia temprana de esta realidad inevitable. Siempre he visto la muerte como algo natural, inevitable e intrínseco a estar viva. Vivir es morir, para tener vida las células deben morir y nos alimentamos de lo que tuvo vida. Sin embargo, en los años más recientes comencé a confrontar otra experiencia con la muerte, particularmente anticipando la de mi padre, madre, mentores y mentoras. También, comencé a tener más presente mi etapa final de esta vida. Me comencé a preguntar cómo deseo vivirla cuando llegue y qué debo hacer hoy para lograrlo. De allí el proponerme como meta una aceptación continua de la muerte y el dejar ir. Me he expuesto a distintas culturas y sus acercamientos a la muerte. Resultados: Perspectivas culturales diversas sobre la muerte. Comencé a colocar mi bienestar en primer lugar, procurando aportar todos los días a mi calidad de vida actual y futura. He hecho ajustes en mis finanzas: aumentar ingresos y planificación de mi retiro. Descubrir nuevas formas y saludables, de mantener presente a las personas importantes en mi vida que han muerto y valorar más los encuentros con las que están vivas. Conocer de la existencia de dulas de la muerte, a través del documental de NatGeo, Limitless y del grupo De vuelta a casa, ahora Amorir, que provee acompañamiento respecto a la muerte.